Capitulo 34
—Tengo que contarte una
cosa.
Dejé la cámara a un lado y
le tomé las manos.
Él frunció el ceño.
—De acuerdo.
Yo respiré profundamente,
pensando en las palabras, y en cómo iba a decirlas. Entonces, lo supe. Me levanté
y me acerqué a la cómoda que había junto a la pared. Abrí un cojín, saqué un
taco de fotografías y volví junto a él, al sofá. Le di las fotografías.
No estaban en orden, pero a
medida que las veía, Peter fue agrupando las que se parecían más. Miró las del
bebé sobre una manta, y terminó con las que yo había sacado pocas semanas
antes. Después alzó la vista y me miró a mí.
—Se parece a ti.
—Sí. Se parece mucho.
Él pestañeó, y volvió a
mirar las fotos.
—¿Es de Devon y tuya?
Yo negué con la cabeza.
—No. Conocí
al padre de
Pippa en un
bar, después de
haber roto con
Pablo. Me dijo
que iba a embarcarse al día siguiente, y aunque yo
sabía que seguramente era mentira, quise creérmelo todo durante unas cuantas
horas. Fue… un mal momento de mi vida. Conocí a Devon y a su compañero a través
de una agencia de adopción. Querían un bebé, y yo quería ayudarlos.
—No sé qué decir.
Peter juntó todas las
fotografías en una pila, pero no me las devolvió.
A mí se me hizo un nudo en
el estómago.
—Quería que lo supieras.
—Es muy guapa.
—Sí, es muy guapa. Pero no
es mi hija, Peter. Yo no soy su madre.
Él se movió en el sofá, y
yo me atreví a mirarlo.
—Pero tienes fotos suyas
—dijo.
—Devon y Steven querían que
Pippa me conociera. Querían que yo la conociera a ella. Pero no soy su madre
—repetí, y tuve que tragar saliva mientras esperaba su respuesta.
Peter asintió.
—Les hiciste un regalo
maravilloso. Yo solo te he regalado una cámara.
A mí se me escapó una risa,
de la pura sorpresa.
—Sí, bueno, ha sido una
elección mucho mejor para mí, de verdad.
Él sonrió y me besó.
—Gracias por contármelo.
—Tenía que
hacerlo. No quería
que te enteraras
más tarde, porque
de todos modos
te habrías enterado. Ella
no es ningún
secreto en mi
vida, ni nada
por el estilo. Y
si alguna vez…
Bueno, quiero decir que al final
habría salido a la luz. Que ella fue mi primera hija.
En su mirada y en su cara
se suavizó algo. En aquella ocasión, su beso fue más largo. Diferente. Y cuando se apartó de mí, su
expresión era más franca que nunca.
—Me alegro de que me lo
hayas dicho.
Yo respiré profundamente
una vez más.
—Mi familia
se lo tomó
muy mal. Mi
padre y su
mujer no quieren
hablar de ello.
Uno de mis hermanos finge que no lo sabe, pero el
otro tuvo problemas de fertilidad con su mujer, así que ellos lo entienden
bien. Pero mi madre…
Él esperó un momento, sin
presionarme.
—Ella odia lo que hice. Lo
odia.
—¿Odia que dieras el bebé
en adopción?
—Sí. Sería lógico que una
mujer que adoptó una niña fuera más comprensiva, ¿no? —dije, agitando la cabeza
con amargura.
—¿Qué ocurrió?
—Me retiró la palabra
durante un tiempo. Ahora se niega a hablar de ello. Pero ya no estamos unidas.
Antes sí.
—Lo siento, Lali.
—Y no es solo eso. Es todo
el asunto de la religión ortodoxa. Desde que se hizo religiosa, ya no tiene mucho
espacio en su vida para mí.
—Eso es horrible.
—Sí.
—Me alegro de que me lo
cuentes —repitió él—. ¿A ti te importa?
—¿El qué?
—Que yo no sea judío.
Me eché a reír.
—Dios, no. ¿Por qué piensas
eso?
Él acarició el colgante de
mi garganta con un dedo.
—Te pega. Y pensé que las
velas, y el pepperoni…
—Eso son cosas mías —dije
yo.
Recordé a mi madre, con el
pelo cubierto, empeñada en que yo me pusiera a su lado a rezar. Había tirado un
plato de plástico de cuando yo era pequeña porque no había manera de hacerlo kosher,
y ella no tenía sitio en su cocina, ni en su vida, para nada que no pudiera ser
kosher.
—No espero que tú creas lo
mismo que yo. Si es que creo en algo, cosa de la que no estoy muy segura.
—Solo me preguntaba si te
importa que yo sea diferente, nada más.
Le tomé la mano y entrelacé
mis dedos con los suyos.
—Siempre seremos
diferentes.
—A mí tampoco me importa
eso.
Nos besamos, y yo apoyé la
cabeza en su hombro.
—Ojalá…
—¿Qué?
—Ojalá yo pudiera ser solo
una cosa. De un modo, o de otro.
Él me acarició el pelo y
jugueteó con mis rizos.
—Nadie es solo una cosa,
Lali.
Yo resoplé.
—Sí, claro.
—Lo digo en serio.
Yo me puse a acariciar los
botones de su camisa. Las camisas de vaquero nunca me habían gustado demasiado;
entonces, ¿por qué la de Peter me enamoraba? Me lo imaginé con un sombrero de
cowboy, con el
ala sombreándole los
ojos, caminando con
arrogancia, con un
par de botas
de montar. Podía imaginármelo en un montón de papeles,
pero eso no hacía que fueran reales, del mismo modo que no lo conseguiría
imaginándome que yo era católica, o judía, o blanca. O negra.
Peter se movió
ligeramente, con cierta
incomodidad, y tomó
aire como si
quisiera hablar. Sin embargo, se quedó callado, y yo le di el
tiempo que él me había dado a mí. Cuando por fin habló, tenía la voz grave y un
tono de cautela, pero me miró a los ojos.
—Yo también tengo que
decirte una cosa.
Me preparé. Lo tomé de la
mano, palma contra palma, y nuestros dedos se entrelazaron de nuevo.
—De acuerdo.
—¿El motivo por el que
Pablo está tan enfadado contigo soy yo?
—En parte —respondí.
Él exhaló un largo suspiro.
—Entonces… lo sabes.
Asentí, y le confesé la
verdad.
—Te vi la noche de la
fiesta de Chrismukkah de Pablo. Con ese chico, Evan.
Peter gruñó. Dejó caer la
cabeza sobre el respaldo del sofá.
—Mierda.
Había sido más fácil de lo
que yo había imaginado, pero hasta el momento, todo había sido fácil con él.
—Y Pablo me contó lo de
ustedes.
Entonces, me miró con una
ceja arqueada.
—¿De veras?
—Me dijo que… estuvieron
juntos —le expliqué yo, delicadamente—. Solo una vez. Y que Teddy no lo sabía.
Peter frunció el ceño.
—¿Te dijo que nos
acostamos?
Yo asentí. Él suspiró. Se
pasó una mano por el pelo.
—No lo hicimos. Él quería.
Dejé que me hiciera una felación, eso es todo.
Al contrario que Clinton,
Pablo no siempre diferenciaba. Tenía sentido. No me resultaba más fácil asimilarlo,
pero por lo menos creía que no era una mentira.
—Ojalá no te lo hubiera
dicho —murmuró Peter.
A mí se me tensaron los dedos
entre los suyos.
—¿Por qué? ¿Por qué no
querías que lo supiera?
—No, porque debería haber
sido yo el que te lo dijera —respondió él. No intentó besarme; tal vez temiera
que yo lo rechazara—. Pero debí darme cuenta de que él te lo iba a soltar todo.
Me dijo que no me acercara a ti.
—También a mí me dijo que
me mantuviera alejada de ti.
—Pero ninguno de los dos le
hicimos caso —dijo él, y sus ojos recuperaron el brillo—. Debe de ser el
destino.
—Yo tengo muchos… problemas
acerca de lo que pasó con Pablo. No quería empezar una relación con una persona
que pudiera crearme esos mismos problemas.
—Vaya, me sorprende que
quisieras estar conmigo.
Entonces, yo le besé.
—Tú no eres Pablo.
—No, eso está bien, claro.
Lo miré a los ojos.
—Lo único que quiero es que
seas sincero conmigo. Eso es todo. Quiero que me digas si un pantalón me hace
el trasero gordo, si tienes secretos pervertidillos… lo que sea.
—Yo no te voy a mentir,
Lali. ¿De acuerdo?
Lo creí.
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Hola chicas soy Cielo de http://casijuegosca.blogspot.com.ar Espero que les guste la novela! :D
Tienen la mente super abierta!!!.
ResponderBorrarNo todos aceptarían ese tipo d confesiones.
okk Sigo Confundida O.o Es Bi no es ?
ResponderBorrarJkksfa Estoy Perdida Pero Me Encanta Segila♡
"MI AMOR" EN SERIO?? Que clase de loco agenda a una chica que es su NO novia/amiga como"MI AMOR" en se celular??? Gaston debería estar en un loquero! Ósea nena yo que te conozco desde siempre podría llamarte MI AMOR pero el?? Que se ubique eh. Yo no comparto a mi nena con nadie y x "mi nena" me refiero a mi moto, okey no era mi moto -.- entende tengo sueño así que ya no se que escribo o sí no escribo y esto es un sueño. Mañana tenemos que hablar seriamente. POR PRIMERA VEZ DAFNE LLAMÓ PARA DARME BUENAS NOTICIAS :) dijo que la llamaste y le contaste algo que a mi no todavía pero más allá de todo la noticia es buena :) no más competencia hacia vos :) estoy feliz :) se nota? Jajajaja te quiero reina de mi corazón :)
ResponderBorrarPD: se cuanto odias lo cursi pero me doy cuenta de que cuando pongo ese tipo de cosas no me contestar, lo que significa que te pone nerviosa.
PD2: admiti que sin Daf estas indefensa y yo me aprovechó un poco de eso jajajaja te quiero MI AMOR jajajaja que groncho re poco estilo tú EX NOVIO NO NOVIO jajajjajaja PA-TE-TI-CO
¡AL FIN SE LO DIJO! Soy Mariaaaa, por fin! Igual, ufff no se como puede, o sea, yo tengo la mente abierta pero no podría estar con un chico que también le gustan los chicos, no solo las chicas y encima que yo he visto como le hacian una felacion.... dios, no se como Lali puede, enserio! ni si quiera se molesto al hablarlo! jajaja quiero maaaaaaas!
ResponderBorrarYo intentare subir hoy si? mañana tengo un examen, pero sacare un ratito para subir otro capitulo, me alegro de que te guste:) siiiii ya vi el comentario de Ramon jajajajaja y le conteste, me encanta! pero tu no me dijiste que tenia novia? sigue con ella? ando perdida en tu vida ya jajajjjaja y siii cuando quieras me pasas la foto:)
entonces te gusto como te ha quedado el pelo? seguro que estas guapaa! yo lo tengo mas o menos como lo tiene ahora Lali, no como se lo corto la primera vez, ahora le crecio, pues como lo tiene ahora mas o menos. Y siiii vi que se tiñó, y le queda divino no?? a mi me parece que esta muy guapa tambien!!
Me descargué el libro que me dijiste "Prohibido enamorarse de Adam Walker" acabo de descargarme el pdf, me estoy leyendo dos pero cuanod acabe empezare jajajajaja ahora no tengo mucho tiempo con los examenes...
Me alegro de que le dijeras a Gaston, hiciste bien, enserio:) tienes que ser sincera con el, esa es la mejor manera de que todo vaya bien. a Ramon lo tendras contentisimo de tu decision no? jajajaja
Bueno y me marcho a adelantar cosaaaaas, tengo que seguir estudiando:( si, sin duda mi cerebro necesita vacaciones, ya solo me quedan dos asi que me muero de ganas de terminar!
Besos amigaaaaaaa, tq y espero mas nove!!!
Haaaa al fin se lo dijo
ResponderBorrarFalata q le pregunte si es homo hetero o bi :Oooo
Maaass