viernes, 10 de enero de 2014

Capítulo 30

Novela: "Al desnudo"
Capitulo 30
Yo cerré la tapa de mi portátil y seguí hablando con ella.
—¿Y qué opinas?
—¿Qué opinas tú de ese tema?
—Soy una aficionada, obviamente.
Sarah se echó a reír.
—Lógicamente. ¿Quién no lo sería?
—¿Qué es lo que estás tramando?
—Nada. Digamos que estoy haciendo una encuesta.
Yo no me creí ni una palabra.
—Ummm…
—Bueno,  entonces,  ¿qué  opinas?  ¿Puede  hacerle  un  tío  un  cunnilingus  adecuado  y  ejemplar  a  una mujer por la que no se siente atraído?
—¿Qué demonios…? —me eché a reír sin poder evitarlo—. ¿Un cunnilingus adecuado y ejemplar?
¿Me estás tomando el pelo?
—Lo pregunto muy en serio, Lali.
Yo me arrellané en la silla y puse los pies encima de la mesa.
—Los tíos pueden tirarse a cualquier cosa. Estoy convencida.
—No he hablado de tirarse a alguien. Eso ya lo sé. Me refiero a un cunnilingus. ¿Pueden hacerlo, sí o no?
Yo miré con cautela a Peter; ya no parecía que estuviera escuchando la conversación. Había tomado otro de mis álbumes de fotos y estaba pasando las páginas pensativamente.
—¿Te refieres solo a los tíos gais? —le pregunté a Sarah en voz baja, de espaldas a él.
—No. Los heterosexuales también.
—Ummm… Supongo que sí. ¿Por qué no? ¿Por qué no iban a poder?
—Eso  es  lo  que  yo  pensaba.  ¿Y  crees  que  les  excita?  —preguntó.  De  repente,  su  voz  sonaba desanimada.
—Sarah, cariño, ¿es que quieres hablar de algo conmigo?
Ella suspiró.
—He conocido a un tío, eso es todo.
—¿Y qué ocurrió?
—Nada —dijo, en un tono más normal, y se rio—. Nada. El tipo es un inútil.
—Ah.
—Bueno, tengo que dejarte. Solo quería saber qué pensabas sobre todo esto. Ahora tengo que llamar a otra gente y preguntarle.
—¿Lo dices en serio?
—Chica, sabes que es cierto.
Yo gruñí.
—No empieces a cantarme a Milli Vanilly, por favor…
Demasiado tarde. Sarah ya estaba cantando. Me eché a reír; oír a Sarah cantar canciones pop de los noventa siempre era muy divertido.
—Pasaré esta semana por allí para ayudarte con el estudio, si quieres —dijo—. Que te diviertas con Peeteer.
—Vamos a ir al Festival del Chocolate.
—Te odio.
—No me odias. Me quieres.
—Y, sin embargo, no creo que pudiera hacerte un cunnilingus, ni aunque me pagaras.
—Dios  santo,  ¿por  qué  te  iba  a  pagar  yo  para  que  me  hicieras  un  cunnilingus?  —le  pregunté, secándome las lágrimas de risa.
—¡Ding,  ding!  ¡Nuestra  encuesta  dice  que…!  Porque…  Demonios,  yo  tampoco  sé  por  qué. Adiós, tonta.
—Para ser una blanca judía de las afueras de Filadelfia, imitas muy bien al sargento M.A.
—La, yo soy más negra que tú —respondió Sarah—. Paz y amor, nena.
—Adiós.
Colgué el teléfono y me giré. Peter, cuya silueta se recortaba contra la luz de la ventana, no se movió de la butaca. Yo tomé la cámara y le hice una foto.
—Deja que lo adivine. Sarah.
—Sí. Sonríe —dije. Alcé la cámara y vi que se acercaba—. ¡Demasiado cerca!
Hice una foto borrosa de su ojo, y se acabó. Le mostré la imagen en la pantalla.
—Ah, esa irá a la nevera.
—Es mejor que una en la que salgo con un corte de pelo a tazón y un jersey de cuello vuelto de rayas.
—¿Cuándo te la hicieron? —pregunté, en broma—. ¿El año pasado?
Peter frunció el labio.
—Ja, ja. En segundo curso. Le dije a mi madre que no pegaba con los pantalones de campana de pana marrón, pero no me hizo caso.
—Oh, qué trauma.
Su sonrisa se endureció.
—Sí. Supongo que sería un tipo con suerte si eso fuera lo peor.
Pronunció aquellas palabras con ligereza, pero sonaron pesadas. Yo dejé la cámara en la mesa y le tomé la cara con ambas manos. Lo besé con dulzura.
—Estoy  segura  de  que  estabas  impresionante  incluso  con  unos  pantalones  de  pana  y  un  jersey  de cuello vuelto de rayas.
Él arqueó una ceja.
—Por supuesto que sí. Era el chico más guapo de todo segundo. Y de tercero. Y de cuarto…
Le puse un dedo sobre los labios.
—Estoy segura.
Él sonrió y me besó el dedo.
—Eso fue hace mucho tiempo.
—¿De  veras?  —pregunté.  Estábamos  moviéndonos  de  nuevo,  no  bailando,  sino  meciéndonos suavemente.  Parecía  que  no  podíamos  tocarnos  sin  que  todo  se  volviera  seductor—.  ¿Cuánto  tiempo? ¿Cuántos años tienes?
—¿Cuántos años tienes tú?
—Yo tengo veintiocho. Tú eres mayor, ¿verdad?
Él se echó a reír.
—Dios mío. Sí. Soy mayor que tú.
—No lo aparentas.
Él hizo una mueca de horror.
—Vaya, gracias. Gracias a Dios que he gastado tanto dinero en Botox y en maquillaje compacto.
—Tú no usas Botox —dije, y le acaricié las ligeras arrugas que tenía en las comisuras de los ojos—. Y no veo ningún maquillaje.
Su mirada sexy me provocó un cosquilleo por todo el cuerpo.
—Hoy no.
No me habría sorprendido que él llevara maquillaje. O que se pusiera ropa de mujer. Mi círculo de
amistades  masculinas  era  principalmente  gay  desde  hacía  mucho  tiempo,  tanto  que  a  mí  me  sorprendía menos eso que el hecho de que los hombres se interesaran por el fútbol americano.
Podría haberle dicho algo en aquel momento, pero me contuve de nuevo. Me gustaba la forma en que
me  estaba  abrazando,  ni  con  demasiada  fuerza,  ni  con  demasiada  suavidad.  No  como  si  quisiera mantenerme entre sus brazos, sino más bien, como si yo no tuviera intención de apartarme.
—Creo  que  deberíamos  ponernos  en  marcha  —dije  yo,  contra  sus  labios—.  Todavía  tengo  que cambiarme.
—¿Cómo,  te  vas  a  quitar  esta  muestra  de  exquisito  sentido  de  la  moda?  —preguntó,  mirando  mi camisón, la chaqueta de lana raída y las botas de cuero que me llegaban hasta las rodillas.
Dejé que me besara unas cuantas veces más.
—Vamos. Si no, llegaremos tarde. Con esa llamada de teléfono me he retrasado veinte minutos.
—Parecía importante.
—Estaba haciéndome una encuesta sobre si yo pensaba que los hombres pueden satisfacer oralmente a una mujer si ella no les gusta en realidad.
Él pestañeó, y después se echó a reír.
—¿Cómo? ¿Por qué?
Me encogí de hombros.
—Con Sarah, quién sabe.
—Sí —dijo él, después de unos segundos—. Por supuesto que sí.
Yo lo miré.
—¿Estás seguro?
—No por experiencia personal —dijo Peter—, pero yo diría que sí. Un hombre puede hacer muchas cosas por sexo con gente que realmente no le gusta.
Yo hice una mueca y me aparté un poco de él. Entonces, Peter me soltó. Cuando me di la vuelta para recoger mi portátil y la cámara, Peter se mantuvo en silencio. Yo no quería pensar en las cosas que podía hacer un hombre con tal de tener un orgasmo, incluso a expensas de otra persona.
—Lali.
Yo no me di la vuelta.
—¿Ummm?
Peter me  agarró  del  hombro  y  me  hizo  girar  hasta  que  toqué  el  borde  de  la  mesa  con  el  trasero.
Entonces, metió la mano entre mis muslos y los separó. No apartó sus ojos de los míos mientras lo hacía, ni  mientras  se  colocaba  entre  mis  piernas.  Ni  cuando  me  levantó  el  bajo  del  camisón,  un  centímetro, sobre los muslos desnudos.
Yo inhalé una bocanada de aire.
Él sonrió. Entonces, él miró hacia abajo.
—Tuve una erección la primera vez que vi esas botas.
—En Nochevieja —susurré yo con la voz ronca.
—No —respondió él, negando con la cabeza—. La primera vez que te vi llevabas esas botas. En la fiesta de Chrismukkah, en casa de Pablo.
Yo llevaba esas botas en la fiesta, pero no me las había puesto al día siguiente, cuando nos vimos en la cocina. Dejé que me empujara y me tumbara sobre la mesa. Dejé que me subiera el camisón.
—Pero… ¿por qué no me…?
—¿Ummm? —murmuró él, sobre mi muslo.
Si me había visto en la fiesta, si mis botas le habían excitado, si había sentido deseo por mí… ¿Por qué se había ido al porche y había dejado que Evan le hiciera una felación? No quise preguntárselo. No quería saberlo.
Me apartó las braguitas con un dedo y me acarició. Yo me moví para que él pudiera deslizármelas por  las  caderas.  Me  las  quitó.  La  mesa  era  lo  suficientemente  larga  como  para  que  pudiera  estirar  los brazos por encima de la cabeza; arqueé la espalda y me abandoné a él allí mismo, sin preocuparme de nada más.
Peter se inclinó sobre mí. Me abrió las piernas, pasó las manos bajo mis nalgas y me elevó hacia su boca. Yo ya estaba húmeda. Se me escapó un gemido de placer…
Jadeé cuando él me succionó suavemente el clítoris. Después, él movió la lengua, y después dibujó un círculo con ella. Yo me moví hacia su boca, apremiándolo a que continuara.
Fue  el  orgasmo  más  rápido  que  he  tenido  en  mi  vida. Y  el  más  poderoso.  Mis  manos  golpearon  la mesa, y yo me estremecí y me sacudí. Todo terminó en medio minuto, no más.
Yo abrí los ojos y sonreí.
—Ummm…
Peter sacó las manos de debajo de mi trasero y se irguió. Yo me senté, lo agarré por la pechera de la camisa y lo besé.
Él se echó a reír.
—Esto no me lo esperaba.
Le mordisqueé el labio inferior.
—Bah, estoy segura de que esto no ha podido sorprender demasiado al chico más guapo de todos los cursos.
Él me pasó la mano por la nuca.
—Ten cuidado, no vaya a ser que me crea que esto se me da demasiado bien.
Yo lo aparté de un empujón para poder bajar de la mesa. Recogí mis braguitas del suelo y me dirigí hacia la puerta mientras le decía por encima de mi hombro.
—Bueno, no ha estado mal. Puede que con un poco de práctica llegues a hacerlo bien de verdad…
Yo eché a correr cuando él gruñó y se abalanzó sobre mí.

Conseguí llegar hasta la puerta de mi apartamento antes de que me alcanzara. No fuimos mucho más allá.

Continuará....

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Hola chicas soy Cielo de http://casijuegosca.blogspot.com.ar Espero que les guste la novela! :D 

5 comentarios:

  1. AWWS Quiero ver que le dice peter a lali cuando le diga que lo vio :0
    Mmmassss

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  2. CIELO de mi alma, se que andas con Gastuuu, pero cuando vuelvas ¿podes subir otro cap? :c necesito otro cap :c hacelo por mi si? Andaaaaaaaaaaaa, no seas malaaaaa, se buenita y subi otro cap, antes de que me de un ataque aca, no puedo dormir y deveria estar haciendolo porque seguro mañana no voy a querer despertar, pero necesito otro cap, y es Yayayayayayaya.
    Y tambien quiero el perfume de lali c: nahhh, lo quiero desde que sali en argentina, pen esta mierda no ha salido y lo quiero en mis manos :c
    Subi otro cap, pleaseeeeee!

    @AnglesCasi.

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  3. Jajaja que buen capítulo me encanta quiero más! Besos Naara

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  4. Sarah tendría k saber d esto para su encuesta

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Amor y Paz :D
Si te gusta comenta y sino tambien :D