viernes, 29 de noviembre de 2013

Capítulo 24

Novela: "Al desnudo"
Capitulo 24
Él abrió los ojos y me miró. Yo había hecho algún ruido, un gruñido, o algo así. Cuando sonrió, tuve ganas de maldecirlo, pero como era tan magnífico no pude.
—Estoy tan excitado… —dijo, acariciándose deliberadamente, y volvió a cerrar los ojos—. Quiero estar dentro de ti, Lali.
Yo separé un poco los dedos. Moví las manos y las posé sobre la frente, justo delante de mis ojos, aunque todavía podía verlo. Quería verlo.
—Eres muy injusto.
Él se rio, y después gruñó.
—Dios, esto es tan gozoso… Pero tú te sentirías aún mejor.
Mi clítoris volvió a latir, y sentí un vacío doloroso en el sexo.
—Estás  tan  húmeda  —prosiguió  él—.  Yo  podría  deslizarme  dentro,  muy  dentro,  y  después  hacia fuera…
Entreabrió un ojo para juzgar mi  respuesta. Yo  me  habría  echado  a  reír  si  hubiera  podido,  pero  no tenía aliento suficiente.
—Al cuerno —dije, después de un segundo, y me senté para agarrarlo—. Tú ganas.
Tiré de él y lo tendí sobre mí, y nos besamos ferozmente. Me quitó toda la ropa, y nuestros cuerpos desnudos se tocaron. Yo respiré profundamente. Todo mi cuerpo me pedía a gritos el clímax.
Él  se  incorporó  lo  suficiente  como  para  poder  sacar  un  preservativo.  Como  hombre  listo  que  era, había puesto la caja debajo de los cojines. Rasgó el paquetito y se lo puso, y después volvió a tenderse sobre  mí.  Me  besó  y  se  apoyó  con  una  mano  en  el  futón,  y  con  la  otra  se  guio  a  sí  mismo  hacia  mi interior…
Entró en mi cuerpo lentamente, y se detuvo cuando yo emití un pequeño gruñido de protesta. Entonces
me  puso  la  mano  bajo  la  nuca  y  metió  los  dedos  entre  mi  pelo,  y  unió  su  boca  a  la  mía.  Me  besó profundamente, hasta que se detuvo, con la respiración entrecortada.
Yo miré su rostro. Estaba tan cerca que podía contarle las pestañas. Dentro de mí, su miembro latía, y yo me moví un poco. Mi clítoris también latía, pero él no se movió. Yo me agité; no lo hice a propósito, pero no podía impedir que mi cuerpo quisiera encontrar su placer.
Él se hundió más en mí, y después, igual de lentamente, se retiró un centímetro. No era suficiente. Yo alcé las caderas y lo agarré por las caderas para moverlo.
Él se hundió en mí, y después salió. Empezó unas acometidas más fuertes, y nuestros dientes chocaron en  un  beso  duro,  pero  a  mí  no  me  importó.  Me  sentía  tan  bien  que  no  me  importaba  ninguna  otra  cosa.
Hicimos el amor fuerte, rápido, y cuando llegué al orgasmo, cerré los ojos y vi estallidos de color, como fuegos artificiales.
Peter llegó al clímax medio minuto después que yo. Gruñó mi nombre, y eso me sorprendió. Me encantó.
Pasó un minuto antes de que metiera la mano entre nosotros para sujetar el preservativo y salir de mi cuerpo. Se tumbó boca arriba con un suspiro. Yo miré al techo. Estaba tan saciada y tan relajada que no podía hablar.
—Lo siento —dijo él, después de otro minuto.
Yo había estado disfrutando, a punto de dormirme, en un lugar feliz.
En aquel momento me apoyé sobre un codo y lo miré.
—¿El qué?
Él  se  incorporó  y  se  sentó  al  borde  del  futón  para  quitarse  el  preservativo.  Después  me  miró  por encima de su hombro.
—Bueno, yo… ya te he dicho que hacía mucho tiempo que no…
Pensé que estaba bromeando. Estaba segura, de hecho, hasta que él se levantó para ir al baño y le vi la cara. Entonces me levanté y lo seguí.
—¿A qué te refieres?
Él se estaba lavando las manos.
—Me refiero a que… ha sido muy… rápido. Eso es todo.
—Ah —dije yo. Aquel era un terreno delicado—. Eh, mírame.
Él se giró hacia mí con una expresión neutral. Yo estaba acostumbrada a eso. Le puse una mano en la cadera, lo atraje hacia mí y lo abracé. Carne contra carne.
—Han sido las mejores relaciones sexuales que he tenido en mucho tiempo.
Él intentó contener la sonrisa.
—¿Cuánto tiempo hace que no has tenido relaciones sexuales?
—Hace  mucho,  mucho  tiempo  —reconocí  yo,  y  me  puse  de  puntillas  para  besarlo—.  Pero  eso  no significa que estas no hayan sido fantásticas.
Entonces, él me rodeó con los brazos. Me devolvió el beso. Se rio un poco.
—La próxima vez…
Yo le agarré el trasero y se lo apreté.
—La próxima vez. Sí.
____________
Pasamos todo el día desnudos, o casi desnudos, viendo película tras película de su colección gigante de DVD. Él no había llevado muchos muebles al apartamento, pero tenía suficientes películas como para abastecer  un  videoclub.  Comimos  pizza  de  su  congelador,  y  me  hizo  margaritas  con  un  tequila  Gran Patrón Platinum, con una etiqueta en la que figuraba un precio que me hizo toser, aunque la bebida en sí me bajó dulcemente por la garganta. Él no bebió nada, sin embargo.
—¿Estás segura de que no quieres salir? —me preguntó Peter.
Él  se  había  puesto  unos  calzoncillos  sueltos,  rojos,  y  me  había  prestado  una  de  sus  camisas. Habíamos  improvisado  una  mesa  sobre  una  maleta  dura,  y  habíamos  tomado  como  asientos  los  cojines del futón.
—Podríamos ir al Corvette. Allí tienen alitas de pollo y hora feliz de bebidas, además. Creo.
Yo ya estaba suficientemente animada con las margaritas, y negué con la cabeza.
—Dios, no. Estoy llena.
Él se inclinó para robarme un trozo de pepperoni que yo había apartado de mi pizza, y se lo metió en la boca.
—Tenías que habérmelo dicho, Lali. Habría hecho otra cosa.
Tardé un segundo en entender lo que quería decir.
—Ah, no. La pizza está muy bien. Yo no como  pepperoni, pero no porque no… Bueno, creo que es porque no lo he comido desde pequeña. No es que me ofenda por motivos religiosos.
En  realidad,  yo  no  había  pensado  nunca  en  eso,  en  el  motivo  por  el  que  había  dejado  de  comer
pepperoni y gambas, dos alimentos que mi madre rechazaba de plano. Por qué comía bacón de pavo y no
del  normal,  o  por  qué  comía  el  jamón  que  me  daba  mi  padre,  ya  guisado,  pero  nunca  lo  cocinaba  yo misma.
Él no me había preguntado nada, pero yo se lo conté de todos modos.
—Mis  padres  se  divorciaron  cuando  yo  tenía  cinco  años.  Mi  padre  es  católico,  mi  madre  es  judía.
Los dos volvieron a casarse. Mi padre ha sido muy activo en su iglesia durante mucho tiempo, pero mi madre decidió volver a la religión hace pocos años. Eso significa que sigue las normas de alimentación y respeta el sabbat.
—Entiendo lo que significa eso.
—La mayoría de la gente de por aquí no lo entiende.
Él se inclinó hacia mí y me besó.
—Se te olvida que soy un viajero internacional.
Yo le agarré por la nuca para que él no pudiera apartarse. Convertí su beso ligero en algo profundo. Excitante. Cuando lo solté, estaba sonriendo. Se estiró a mi lado.
—¿Tienes que trabajar mañana? —me preguntó.
Yo puse cara de horror.
—No me lo recuerdes. Sí. Tengo unos cuantos clientes a los que atender por la mañana, y después, a las cuatro, tengo una sesión con Foto Folks. ¿Por qué?
—Me preguntaba si tenías que acostarte temprano.
—Debería. Debería irme a casa pronto.
—No —dijo él, seriamente—. No te vayas.
Yo gruñí, y me tendí boca arriba, mirando al techo.
—Peter…
—Lali.
Me senté, flexioné las rodillas y me las rodeé con los brazos.
—No quiero que esto se vuelva raro.
Él me tiró de un rizo.
—No tiene por qué.
—Esto ha sido fantástico, Peter. Realmente fantástico. E inesperado.
—Estoy lleno de sorpresas.
De eso yo no tenía ninguna duda.
—Pero creo que debería irme ya.
Él entrecerró los ojos y apartó la mirada durante un segundo. Después volvió a mirarme.
—Ojalá no lo hicieras.
—Peter… —suspiré. No quería marcharme. Quería hacer el amor con él otra vez, pero eso solo iba a causarme problemas. Y, además, me lo habían advertido.
—Lali —dijo él de nuevo, pacientemente—, ¿tienes novio?
—¡Tú sabes que no!
—¿Te gustaría tenerlo?
Yo apoyé la barbilla sobre las rodillas, y lo observé durante unos segundos, en silencio. Él no apartó la vista. No se movió con incomodidad, ni vaciló. Se limitó a esperar mi respuesta.
—¿No crees que la mayoría de la gente quiere tener a alguien a su lado? —pregunté.
—Sí, creo que sí —dijo él—. ¿Así pues?
—¿Que si quiero un novio? ¿Es que te estás ofreciendo?

Continuará...
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Hola chicas soy Cielo de http://casijuegosca.blogspot.com.ar Espero que les guste la novela! :D 

16 comentarios:

  1. maaaaaaaaaaaaaaaaaaaaas...
    Angy.... =)

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  2. se te extraño cuando haces marato!?

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  3. mas mas massss quiero saber la respuesta!!!!!

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  4. hola acabo de subir cap http://mimundolaliter-adaptaciones.blogspot.com/2013/11/capitulo-10.html pr si te queres pasar

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  5. Que le diga que si...que si..que sii...aaah...me mueroo yaa!!
    Subii maaas..pleasee..
    Aaa queria decirte una cosa..me saqué 9 en el.examen de español..solamente por 2 errores no me dio 10..pero bueno..me gusta lo mismo 9 jejejeje:P
    @pl_mialma

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  6. más por fa hace maratón besos Naara

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  7. Siiii ,se esta ofreciendo!!!!

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  8. Aaaaaaaaaaaaa,me morí!!!!!!seguilaaaaaaaaa!!!!masmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmas,me encanta!!!!

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  9. amigaaaa soy Maria por fiiin me conecto!! perdon por andar tan desaparecida, ya apenas hablamoss de lo ocupadas que estamos!
    Como estas? cuentame novedadeess y cosas

    Yo hice mi primer examen la semana pasada, pero todavia no se la nota:(
    Este fin de semana me voy con mi novio a un hotel de Valencia (sabes donde está?) es su regalo de cumpleaños, el sabe que nos vamos a algun lugar pero nada mas. Y yo estoy llena de trabajos y deberes:( pero bueno, pronto es navidad, y aunque me las pasare estudiando tendre unos dias de vacaciones

    quiero mas novela amiga me encantaaa!!! y quiero mas Laliter, esta muy buena!!!! TQ

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Amor y Paz :D
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