Capitulo 13
No llevé
ninguna fotografía de Pippa a casa de mi padre para enseñársela en Navidad.
Nunca hablábamos
de ella ni mencionábamos mi embarazo, que había sido inesperado y no
precisamente bien recibido por
la mayoría de la gente que formaba parte de mi vida. En vez de eso, llevé
bolsas llenas de regalos para
los niños de Cindy y de Stacy, mis sobrinos.
Tuvimos una gran comida.
Abrimos los regalos. Mis dos hermanos llamaron, y hablé con ellos.
Esquivé las preguntas sobre mi
vida amorosa e hice alarde de mi trabajo, no de la parte de Foto Folks, ni de
las fotografías que hacía en los colegios, sino de los folletos y los anuncios
que había creado para clientes particulares. Me relajé y disfruté de mi
familia, y esperé que ellos también estuvieran disfrutando de mí.
Decliné la invitación de
quedarme a pasar allí la noche, y conduje durante una hora y media hasta casa,
con la música a todo volumen. A medianoche, aparqué mi coche junto al de Peter.
Hacía una semana que no lo
veía ni hablaba con él, y lo echaba de menos. Al ver un hilo de luz por debajo
de su puerta, respiré profundamente y llamé. Él no respondió, y perdí el valor.
En vez de llamar de nuevo, comencé a subir las escaleras, y acababa de entrar a
mi apartamento cuando oí su voz.
— ¿Lali?
La mejor parte de esquiar es
ese primer momento en el que miras montaña abajo y te preparas para bajar. Para
tomar velocidad y para saltar. Para volar. Así me sentí en aquel momento.
—Hola, Peter. Feliz Navidad.
Él llevaba unos vaqueros y una
camisa desabotonada, y tenía el pelo revuelto y una mejilla arrugada.
— ¿Te he despertado? Lo
siento.
—No te preocupes. Estaba
sumido en el estupor post comida de Navidad.
— ¿Quieres pasar? —le
pregunté, abriendo la puerta de par en par.
—No, gracias. Es tarde. Solo
quería darte esto —dijo, y me mostró una cajita envuelta en papel plateado, con
un lazo azul.
Yo miré el paquetito, y
después lo miré a él.
— ¿Me has comprado un regalo?
—Claro. Es el momento del año
más adecuado.
—Pero… yo no te he comprado
nada.
—No pasa nada. Ábrelo.
—Bueno, entonces pasa —dije
yo. Me hice a un lado, y él entró, pero no se alejó de la puerta. La caja
estaba envuelta de tal modo que se podía abrir la tapa sin quitar el papel.
Dentro, sobre un forro de tela muy bonito, había una pulsera de piedras
brillantes—. ¡Es preciosa!
—Me alegro de que te guste. Sé
que no es mucho…
—Yo no te he comprado nada
—dije—. Es preciosa. No tenías que regalarme nada, Peter. De verdad.
Pero muchas gracias.
—Solo quería darte algo para
demostrarte que no soy un completo idiota.
Yo me eché a reír, con
sorpresa.
—Oh, Dios mío. Yo no pienso
eso.
— ¿No?
—Pues claro que no. ¿Es que
debería pensarlo?
Él me observó con el ceño
fruncido.
—Yo creía que… No importa.
— ¿Qué creías?
Él agitó una mano.
—Nada, de verdad.
Yo quería insistir para que me
diera una explicación, pero no lo hice. Me puse la pulsera y alcé el brazo para
poder admirarla.
—Gracias.
Ninguno de los dos se movía.
Yo le mostré una bolsa llena de sobras de comida que me había preparado Marjorie.
—¿Tienes hambre?
Peter se puso una mano sobre
el estómago.
—Vaya. Eh… no. No creo que
vuelva a tener hambre nunca más.
Me reí.
—Hasta mañana.
Él sonrió.
—Sí. Estoy seguro de que
mañana querré comer otra vez.
—Bueno —dije. Sin embargo,
seguimos sin movernos, y le pregunté—: ¿No puedo convencerte de que tomes una
loncha de jamón asado?
—Ummm… No he tomado jamón hoy.
Hemos comido un pavo relleno de pato y pollo, si es que puedes creértelo.
— ¿De verdad? —pregunté,
riéndome—. Vaya. Pablo siempre ha dicho que quería hacer uno de esos para
Navidad.
—Sí, bueno… —dijo Peter—. Me
invitó a comer a su casa.
A mí no se me ocurrió nada que
decir, salvo:
—Yo nunca lo he probado.
—Deberías. Bueno, me voy a la
cama. Hasta mañana, Olivia. Feliz Navidad.
—Gracias por la pulsera.
—De nada —respondió él,
sonriéndome por encima del hombro mientras se alejaba.
Cerré la puerta y me apoyé en
ella. No sabía por qué me importaba tanto que Pablo hubiera invitado a Peter a
su casa por Navidad, pero me importaba.
La fiesta de Chrismukkah de Pablo había sido una orgía
de comida, música y drama, pero la de Nochevieja fue mucho más tranquila. Hubo
mucha comida y música, sí, pero la lista de invitados fue más reducida.
Acudieron la hermana de Teddy, Susan, y su hijo adolescente, Jayden; Nadia y
Carlos, los vecinos de al lado, y algunos amigos de Pablo y Teddy que yo no
conocía bien. El hermano de Pablo, Sean. Yo. Y, por supuesto, Peter Lanzani.
Entró por la puerta trasera,
con los brazos llenos de paquetes envueltos en papel plateado con lazos azules.
Yo, que estaba cortando queso en la encimera, me giré y, al verlo, noté que se
me aceleraba el corazón.
—¡Peter! —exclamé sorprendida.
—Lali —dijo él, y me sonrió
encantadoramente, como siempre—. Feliz Año Nuevo.
Se dio cuenta de que me había
quedado mirando los regalos que llevaba en los brazos.
—Pablo me dijo que se hacían
regalos en Año Nuevo.
Era cierto. Intercambiábamos
pequeños detalles. Sin embargo, ninguna de las cosas de Peter parecía un
pequeño detalle.
Yo tomé uno de los paquetes,
que estaba a punto de caérsele al suelo.
—Deja que te ayude.
—Gracias.
Pusimos los regalos sobre la
mesa, y yo miré a Peter de reojo. Llevaba unos pantalones vaqueros un poco
desgastados, una camiseta negra y la chaqueta marinera, que se quitó y dejó
sobre una silla. El pelo le caía por la frente, y se le metió un poco en los
ojos mientras colocaba los paquetes. Yo no quería quedarme mirándolo embobada,
pero no pude evitarlo.
La cena fue sencilla, pero muy
rica, y la conversación fluyó relajadamente, como el vino. Yo me senté junto a
Sean, enfrente de Pablo, y en el extremo de la mesa opuesto a Peter. No sentía
muchas ganas de hablar, y observé a la gente, sin saber muy bien qué me
ocurría. Sin embargo, al ver a Pablo acariciarle la mano a Teddy, me di cuenta
de que era algo más que una simple melancolía navideña.
Aquella caricia no tuvo nada
sexual. Pablo le acarició la mano a su amante con dulzura, y se la apretó
durante un segundo.
A mí se me empañaron los ojos.
Sean se inclinó para decirle algo a la hermana de Teddy, que estaba sentada a
mi otro lado, y todo el mundo se estaba riendo de algo que yo me había perdido
mientras sentía aquella punzada de celos tan inesperada. Cuando alcé la cabeza,
mi mirada se cruzó con la de Peter.
En sus ojos vi una mezcla de
emociones, la mayoría de las cuales parecían algún tipo de tristeza. Eso me
molestó. Me dejó desnuda.
Solo duró unos segundos, no
obstante. Pronto él se estaba riendo también, ignorándome, pero en vez de
sentir agradecimiento por su compasión, tuve ganas de pincharle con el tenedor.
Peter no tenía derecho a juzgarme.
—Bueno, La —dijo Sean,
girándose hacia mí—. ¿Qué has estado haciendo últimamente?
—Sí, La. Cuéntales a todos lo
que has estado haciendo.
De repente me convertí en el
foco de atención de toda la mesa, y como no tenía la boca llena de comida, tuve
que llenarla con palabras.
—Yo… he abierto mi propio
estudio.
— ¿De grabación? —preguntó
Jayden, que había estado ganando a todo el mundo en el juego de guitarra de la
consola.
—No, de fotografía. Hago
diseño gráfico para empresas. Me encargo de los folletos, las páginas web y ese
tipo de cosas. Saco fotografías concretas para el trabajo, no uso fotografías
de una biblioteca.
—Pero algunas de tus fotos las
han tomado para ofrecerlas en esas bibliotecas de fotos, ¿no? —dijo
Pablo orgulloso. A mí no me
importó que me presionara para seguir hablando.
—Cualquiera puede descargarse
fotografías de una de esas bibliotecas, pero sí, algunas de las mías han tenido
bastante éxito.
Había ganado más dinero
vendiendo los derechos de algunas de mis fotos del que podía ganar usándolas yo
en exclusiva. No era arte. Era un negocio.
—No le hagas caso. Es una gran
fotógrafa. Yo tengo algunos paisajes suyos colgados en el salón — dijo Pablo.
— ¿Tú has hecho esas fotos?
—me preguntó Sean impresionado, y se inclinó un poco más hacia mí—.
Vaya.
Aquello me sorprendió, aunque
no debería. Al fin y al cabo, yo había estado a punto de casarme con su
hermano. Sean ya me conocía, pero de un tiempo en que mi cámara no era más que
una afición. Ahora se había transformado en un trabajo. O, tal vez, pensé
mientras percibía el olor de su colonia, él me estuviera prestando más atención
ahora que entonces. Lo olisqueé disimuladamente. Su olor no era como el de
Pablo, sino especiado y masculino al mismo tiempo. Por debajo de la mesa,
volvió a tocar mí rodilla con la suya una vez más, y a mí me pareció que en
aquella ocasión lo hacía a propósito.
Desde tan cerca veía las
manchitas blancas que había en sus ojos azules, idénticos a los de Pablo.
Sean tenía el mismo pelo rubio
y espeso que su hermano, y los mismos labios perfectamente curvados, los
hombros anchos, la cintura estrecha y un estómago plano que toda mujer con una
libido sana desearía lamer.
Sin embargo, al contrario que
Pablo, Sean Michael Martinez no era gay.
—Sí, son mías.
Continuará...
__________________________________Hola chicas soy Cielo de http://casijuegosca.blogspot.com.ar Espero que les guste la novela! :D
A esperar la reacción d Peter ,ante la insistencia d Sean con Lali.
ResponderBorrarOh dios espera!! este es el libro que leimos juntos? OK LO RECUERDAS? si que es este jajajaja al desnudo me re acuerdo que tenia una tapa prometedora y cuando lo llevamos juntos de la biblioteca nos miraron como :O USTEDES? LO VAN A LEER JUNTOS? jajajaja me acuerdo fue tonto pero el libro estuvo muy bueno tiene escenas que dan gusto leer :) OK ANTES QUE ME PEGUES ME VOY chau niña fea :) te veo mañana en la escuela NO FALTES EH que hago yo si no vas? dime eh dimee :( te quiero fea mia nos vemos, mañana vamos al gim no te olvides que las chicas esperan verme y los chicos te esperan ver a ti como se babosean esos changos -.- algun dia (cuando termine de desarrollar mi fuerza en el gim) cuando te miren les pegare :) adios fea te quiero un poquito chau
ResponderBorrarFIRMA: POR SIEMPRE TU R :) Sono tan CURSI :P
Quiero a peter celoso de sean!! :))) vamos a hacer que su interes por las mujeres vuelva!!... Amo la noveee, quiero accion y proonto ok?, ok!... Daleee cielo subi mas! Me encanta :) ok me voyyy chu, te quiero.. Dormire ;) besos.
ResponderBorrar@AnglesCasI - (te comento aca como tu diario aqui tambien?) Daleeee... Tudiario - abetterworldlaliter.blogspot.com.
PD: quiero accion!...
Maaaaaaaaaaas....
ResponderBorrarAngy... =)
Ah Ah me encanta me encanta pero vuelVo a mi línea : quiero acción LALITER!!! Jajajaa Naara
ResponderBorrarmás más más maratón!!
ResponderBorrarAmigaaa esta muy buena, ya sabes que me gusta mucho, aunqur espero que venga la accion jajajaja
ResponderBorrarBesos amigaaa
maria
Me da a mi que Sean quiere algo con Lali... y que a ella no le molestaría prestarse a ello... Peter, espabila que te quitan a la chica!!!!
ResponderBorrarSube pronto otro plis!!!
Una pregunta: La hija de Lali no sera también hija de Pablo, no??? Con eso de que estuvieron prometidos y todo...
Besos