Capitulo 17
—Yo también —dijo él y, con
cara de incredulidad, la vio marcharse—. Me siento como si me hubiera pasado
una locomotora por encima.
Yo me reí.
—Esa es Sarah.
—Ten —me dijo él, y me entregó
un sobre. Yo me lo metí al bolsillo. Él miró por la habitación—. Un espacio
magnífico.
A mí se me había olvidado que él
nunca había estado en el estudio.
—Gracias. Es el primer motivo
por el que compré este edificio.
—No te culpo —dijo él, y me
miró—. Tienes la capacidad de ver el potencial de las cosas, Lali.
Aquel cumplido me conmovió un
poco.
—Gracias.
Peter sonrió.
— ¿Sabes? Pablo me ha llamado.
— ¿De veras?
Peter frunció un poco los
labios.
—Sí. Parece que tengo que
evitarte.
— ¿De veras? —repetí yo—. ¿Qué
te ha dicho?
—Ummm… Un montón de tonterías.
—Y… ¿qué le has dicho tú?
—Que es un idiota, y que se
vaya a la mierda.
—Vaya.
Peter frunció el ceño.
—Mira, Pablo no es mi amo. Ni
tampoco el tuyo, ¿no?
—No.
Se encogió de hombros.
—A mí no me gusta que me digan
lo que tengo que hacer. Sea mejor para mí, o no.
— ¿Te dijo que era mejor para
ti que me evitaras? —Pregunté, cruzándome de brazos—. Vaya, vaya.
—No te preocupes por eso. Creo
que entendió lo que le dije.
—Estaba un poco enfadado
porque últimamente no nos hemos visto mucho. Cree que nosotros nos estamos
haciendo muy amigos.
No me parecía bien estar
hablando de Pablo con un pene gigante de color rosa entre nosotros, así que lo
despegué de la mesa y lo metí en el cajón de un aparador. Peter no me dijo nada
mientras lo hacía, y yo fingí que estaba buscando algo en otro de los cajones,
de espaldas a él.
— ¿Cuál es su historia, de
todos modos? —me preguntó él.
—No creo que tengamos ninguna
historia.
—Lali —dijo Peter seriamente—.
Todo el mundo tiene una historia.
—Pablo y yo salíamos juntos
—dije.
—Eso ya lo sé.
—Fue hace años. Obviamente.
Antes de que él fuera gay.
Peter ladeó la cabeza y me
miró con curiosidad.
— ¿No crees que siempre fue
gay?
—Eh… Bueno, sí. Claro. Quería
decir que fuimos pareja antes de que él saliera del armario. Antes de que lo
admitiera. Éramos una pareja cuando él estaba intentando ser heterosexual. ¿Así
es mejor?
No pareció que le importara mi
aspereza.
— ¿Y ahora? ¿Qué son ahora?
Yo suspiré.
—Ahora… no sé lo que somos.
Amigos, supongo.
Peter hizo un ruidito
escéptico y miró de nuevo a su alrededor.
—Bueno, cambiando de tema… Tu
estudio es precioso.
—Eso ya lo has dicho.
—Ya lo sé.
Me eché a reír. Reírse con Peter
era muy fácil. Y fue fácil dejar la conversación sobre Pablo. De todos modos,
yo no quería hablar de él.
—Es un desastre. Sarah había
venido a ayudarme a arreglarlo.
—Y yo la he espantado. Lo
siento —dijo él. Se puso una mano sobre el corazón y adoptó una expresión
contrita.
—Oh, no te sientas mal. Ahora
que estás aquí, puedo utilizarte. Tengo muchísimas cosas que hay que arrastrar
de un lado a otro —respondí con una sonrisa—. Yo no soy capaz de hacer nada
especial con la decoración sin Sarah, pero puedo pintar las paredes con la
imprimación, y limpiar el almacén.
— ¿Trabajo manual? —preguntó
Peter con escepticismo. Entonces, hizo crujir sus nudillos, estiró el cuello de
un lado a otro y saltó de un pie a otro—. Cosa de hombres, ¿no?
Yo solté un resoplido.
—Oh, sí. Cosa de hombres.
Porque yo tengo completamente interiorizados los estereotipos de género.
Él sonrió. Mi frase le había
divertido, pero no supe exactamente por qué. Yo lo miré fijamente.
—No serás demasiado guapo como
para trabajar, ¿no? ¿Te da miedo ensuciarte las manos?
—No, señora. Incluso puedo
utilizar herramientas eléctricas de vez en cuando.
Yo solté un ligero resoplido.
—Estoy segura de que sí.
Peter miró significativamente
hacia el cajón donde yo había guardado el consolador.
—Y yo estoy seguro de que tú
también.
Los dos nos echamos a reír.
Sin complicaciones. Finalmente, mi risa se convirtió en un suspiro. Él me observó
con los ojos brillantes.
— ¿Qué? —pregunté yo.
—Pablo es un idiota.
Fruncí el ceño. No quería
ponerme triste otra vez.
—Puede serlo, sí. Como todo el
mundo.
Peter gruñó.
—Bueno, sí. Eso es cierto.
Yo suspiré de nuevo.
—Vamos. Quiero tener pintado
esto antes de que vuelva Sarah para ayudarme a colgar las telas. Porque,
créeme, si no está terminado, me va a patear el trasero.
—Es una pequeña tirana, ¿no?
—preguntó Peter. Me siguió hasta el fondo de la habitación, y silbó en voz
baja—. Impresionante.
Yo miré las estanterías de
madera que se había construido con gruesas vigas y tablones de madera. Tenían
unos tres metros, y llegaban solo hasta la mitad de la altura que había hasta
el techo. Antiguamente se habían utilizado para acoger el equipo de la estación
de bomberos, pero ahora estaban vacías, u ocupadas por cosas que yo necesitaba
para el estudio, o cosas que no quería tener en mi apartamento.
—Esta habitación fue lo que me
convenció. Aunque cuando el agente de la inmobiliaria me mostró el edificio, no
quería enseñármela. Parece que el anterior propietario no tenía dinero para
reformar esto. Había humedades y un cristal roto. La primera vez que subí me
encontré un pájaro muerto.
—No me extraña que no quisiera
enseñártelo.
Me reí de nuevo.
—Exacto. Bueno, yo le dije que
me lo mostrara, porque gastarme esa cantidad de dinero en dos apartamentos,
aunque pudiera alquilar uno de ellos, me parecía una mala decisión.
—Y a ti no te gusta tomar
malas decisiones.
Lo miré.
—Creo que los dos sabemos que
he tomado unas cuantas.
—Pero no al comprar este
edificio —dijo él, y miró hacia las vigas de madera del techo. Después, se frotó
las manos—. Bueno, ¿qué hacemos primero?
—Primero quiero sellar los
ladrillos y pintar las paredes del estudio.
—Muy bien.
—Pero tú no tienes por qué
ayudarme, ¿sabes? —le dije, mientras pasaba junto a él para tomar los cubos de
sellador y de pintura, las brochas y los trapos—. Tendrás mejores cosas que
hacer.
—No.
Le di una brocha.
— ¿Por qué me resultará tan
difícil de creer?
—Porque soy guapísimo —dijo
él, con una cara muy seria—. Y absolutamente encantador.
Yo le di un golpecito en el
pecho con mi brocha.
—Eso es.
—Lo creas o no, Lali —dijo él,
mientras me seguía a la zona principal con un cubo en la mano—, eso puede ser
toda una desventaja.
— ¿De verdad? ¿Por qué?
Me detuve y miré a mí
alrededor, en busca del mejor sitio por dónde empezar. Tenía varios botes de sellador
para ladrillos y otros de pintura dorada que había elegido para las otras
paredes de la habitación. El suelo de madera estaba muy rayado, y no le iban a
hacer mucho daño unos cuantos goterones de pintura, pero como no iba a tener
dinero para arreglarlo hasta dentro de una buena temporada, extendí un trapo en
una esquina.
—Para empezar, todo el mundo
cree que ya tienes planes, cuando en realidad no los tienes, así que casi nadie
te invita a ningún sitio —dijo Peter, mientras dejaba su bote de sellador en el
suelo, junto a la pared principal, entre dos ventanas—. Es muy molesto.
Yo abrí mi bote de pintura.
— ¿Ah, sí? ¿Quieres que te
abrace mientras lloras?
Peter soltó una carcajada.
— ¿Soy tan patético como para
eso?
—Más o menos, sí —dije yo,
aunque mi tono de voz indicaba exactamente lo contrario. Él se inclinó para
abrir su bote, y yo aproveché para mirarle el estupendo trasero. Después vertí
pintura en mi bandeja y mojé el rodillo.
— ¿Por qué será que no te
creo?
—Es por mi reputación de
playboy internacional —dijo Peter, lanzándome una sonrisa por encima del hombro—.
Pensé que sería mejor intentarlo siendo un playboy nacional.
— ¿Y qué tal te va?
—No tan bien como pensaba
—dijo él, y empezó a aplicar el sellador en los ladrillos—. No es tan exótico,
eso seguro.
De nuevo tuve que reírme.
Estaba disfrutando mucho.
—Todo el mundo tiene su
talento.
Pintamos durante un rato en
silencio. En la habitación empezó a hacer calor. Me gire a preguntarle si quería
algo fresco de beber, pero que quedé inmóvil, enmudecida por lo que vi.
Peter se había levantado el
bajo de la camiseta para limpiarse el sudor de la cara. Tenía un estómago plano,
tenso, con una línea de vello que le llegaba desde el ombligo hasta la cintura
baja del pantalón vaquero. Su ombligo era perfecto. Me acuerdo de que me
pregunté cómo podía ser tan perfecto un hueco en la carne.
—No te muevas —le dije.
Continuará...
__________________________________Hola chicas soy Cielo de http://casijuegosca.blogspot.com.ar Espero que les guste la novela! :D
EN ESTE Y LOS PRÓXIMOS CAPÍTULOS ME AMARAN :)
lo va a fotografiar?!!!! Quiero más! Besos Naara
ResponderBorrarMaaaaaaaaaaaaaaaas.....
ResponderBorrarAngy... =)
más más más más más más maratón!!
ResponderBorrar++++++ ;)
ResponderBorrarQUIERO MARATON!!!!!!
ResponderBorrarM
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