sábado, 2 de noviembre de 2013

Capítulo 12

Novela: "Al desnudo"
Capitulo 12
Unos brazos pequeños se abrazaron a mis rodillas, y yo miré la cara de Pippa, que estaba inclinada hacia arriba.
—¡Déjame verla, Lali! Déjame ver la foto.
Yo me arrodillé a su lado y se la mostré en la pantalla de la cámara digital. Ella frunció el ceño.
—No me gusta.
—Shh —le susurré yo—. No se lo digas a tu padre, o te obligará a posar otra vez.
Aunque  solo  tuviera  cuatro  años,  Pippa  ya  era  lo  suficientemente  lista  como  para  saber  cuándo  la mejor  arma  era  una  sonrisa.  Se  echó  a  reír,  y  yo  me  uní  a  ella.  Cuando  me  abrazó  y  apretó  su  mejilla pequeña y suave contra la mía, percibí el olor a champú de bebé y a suavizante de ropa.
—¿Por qué no vas a jugar con la casita de muñecas? —le dije—. Yo voy a enseñarles todas las fotos a tus padres.
—¡Yo también quiero verlas!
—Las  verás  —le  prometí.  Sabía  que  no  iba  a  poder  evitar  tener  que  enseñárselas,  pero  no  quería darle todos los caprichos, como hacían sus padres—. Pero primero tengo que subirlas a mi ordenador. Ve a jugar.
—A ti te hace caso —dijo Steven, con un suspiro de agotamiento. Pippa se fue a un rincón, a jugar con mi casa de muñecas—. Gracias a Dios.
Yo me encogí de hombros y saqué la tarjeta de memoria de la cámara. La llevé a la mesa del estudio y la metí en el ordenador. Abrí el programa fotográfico y les mostré la serie de fotos que había tomado. Steven y Devon se sentaron cada uno a un lado de mí.
—Mira esa —dijo Steven, refiriéndose a una en la que aparecían los tres juntos—. Es maravillosa, La. Increíble.
Yo me sentí orgullosa.
—Gracias.
—No, en serio. Mira eso —dijo Devon, y señaló otra foto, en la que Pippa estaba iluminada por la luz que entraba en el estudio a través de una de las ventanas. Su vestido estaba hinchado como un globo mientras ella giraba sobre sí misma—. ¿Cómo lo haces?
—Práctica.  Talento  —dije,  mientras  hacía  clic  sobre  la  fotografía  para  agrandarla—.  Sobre  todo, práctica.
—Cualquiera puede hacer una foto, pero lo que tú haces es arte. Arte de verdad —dijo Devon con admiración. Y  se  volvió  a  mirarme—.  ¿Sabes  que  Pippa  dibuja?  El  pediatra  dice  que  los  niños  de  su edad solo hacen monigotes, pero ella ya está dibujando cuerpos en tres dimensiones.
—Yo no sé dibujar —le dije suavemente, sin apartar la vista de la pantalla.
—Solo era un comentario —respondió él, en un tono igualmente amable.
Estuvimos trabajando un buen rato para elegir las fotos que más les gustaban. Las limpié, las grabé en un disco y se las di para que se las llevaran a casa. Añadí las imágenes sin alterar, también, por si acaso las querían. Me centré en la de Pippa delante de la ventana.
—¿Me permitís que ponga esta en mi porfolio?
—Por  supuesto  —dijo  Devon,  que  estaba  guardando  el  disco  en  su  bolsa,  mientras  Steven  iba  a buscar a su hija.

—Gracias —dije.
—Sabes…  La…  —dijo  Devon,  y  se  quedó  callado  hasta  que  yo  lo  miré.  Entonces,  señaló  con  la cabeza hacia el otro extremo del estudio—. Sabes que siempre eres bienvenida en casa. Puedes ir a verla cuando quieras. No solo cuando venimos al estudio, o cuando te invitamos. Ese fue nuestro acuerdo, ¿no? Que tú siempre formarías parte de su vida.
Yo seguí su mirada. Pippa había recolocado todos los muebles de la casita; había puesto las camas en el  salón  y  el  horno  en  la  buhardilla.  Se  echó  a  reír  cuando  Steven  tomó  una  de  las  muñecas  y  la  hizo hablar como si fuera un ventrílocuo.
—Sí, lo sé. Gracias.
Devon tenía buenas intenciones, así que yo no podía decir que no quería invitarme a mí misma a ir a su  casa  para  ver  cómo  criaban  a  mi  hija.  Les  agradecía  mucho  que  me  permitieran  tener  contacto  con Pippa, pero no esperaba más de lo que tenía. Ella era hija mía, pero yo no era su madre.
—Gracias una vez más por las fotos —dijo Steven, y dejó un cheque sobre la mesa.
Yo no lo tomé. Una vez más, habría escrito una cifra demasiado alta, y yo no quería ser desagradable discutiendo  sobre  la  cantidad.  Me  gustaba  hacer  fotos,  pero  también  me  gustaba  pagar  mis  facturas. Además, el hecho de aceptar su dinero convertía aquello en un trabajo, y no en un favor, y creo que los tres preferíamos eso.
—La, ¿vas a venir a mi fiesta de cumpleaños? Es una fiesta de princesa —dijo Pippa—. Y voy a tener una piñata.
Yo me eché a reír y le tiré suavemente de los rizos.
—Una piñata para la princesa Pippa. Perfecto.
Ella me miró con los ojos brillantes de alegría.
—¡Sí! Y mis amigos van a venir.
—Entonces, supongo que yo también tengo que ir. Porque soy tu amiga.
Pippa se abrazó a mis muslos, y después se puso a bailar de nuevo.
—¡Sí, sí, vendrás a mi fiesta! ¡Y me llevarás un regalo!
—¡Pippa! —exclamó Steven con exasperación.
Devon se echó a reír y me miró a los ojos. Creo que él me entendía mejor que su compañero. Steven me observó con atención. No dijo nada, pero no era necesario. Yo me imaginaba lo que sentía. Así pues, me aparté y miré a Pippa, que volvió a dar vueltas, y que ya le estaba diciendo a su padre adónde quería ir a cenar y lo que quería ver en la televisión cuando llegaran a casa.
—Voy a llevar a Pippa al coche, para ponerla en su silla. ¿Devon? —dijo Steven, mientras le ponía el abrigo a la niña—. ¿Vienes?
—Sí, en un minuto salgo.
Devon esperó hasta que el sonido de los pasos de Pippa y de Steven se desvaneció por los escalones de bajada a la calle. Entonces se puso el abrigo. Era una chaqueta tres cuartos de cuero marrón, que tenía cinturón. Mientras se lo ataba, hizo un movimiento con la cabeza que captó mi atención, y alcé la cámara para  fotografiarlo.  La  foto  salió  borrosa,  pero  tomé  otra  cuando  él  me  miró  con  una  sonrisa  de azoramiento.  Yo  había  perdido  lo  que  estaba  buscando.  Era  algo  elusivo  que  no  podía  describir  con palabras.
—Mírate las manos otra vez.
Sin embargo, el momento se había perdido, y apreté el botón de la cámara para ver la foto borrosa, pensando en cómo podía arreglarla. Devon miró la imagen por encima de mi hombro. Se echó a reír.
Yo lo miré a él.
—¿Lo ves? Hace falta práctica.
—Y talento —dijo él.
Devon es un hombre alto, ancho, con la piel del color del caramelo oscuro. Lleva la cabeza afeitada y una barba de chivo, y cuando se dobla, siempre pienso que va a hacer estallar las costuras de su camisa. También es uno de los hombres más bondadosos que he conocido.
—Deberías venir y dejarme que te fotografíe. Solo tú.
Devon arqueó una ceja.
—No, no.
Le di un golpecito suave en el brazo.
—Me  gusta  hacer  retratos  cuando  no  estoy  en  Foto  Folks,  también.  Eso  me  da  material  para  mi porfolio.
—Bueno, ya veremos —dijo él, y se alisó la pechera del abrigo—. Antes hablaba en serio, La.
—¿Con respecto a lo de las visitas? Ya lo sé —dije.
No solté la cámara. Me servía de barrera entre los dos. Yo no quería decepcionar a Devon, y sabía que  eso  era  lo  que  ocurriría.  Él  no  entendería  lo  que  yo  sentía  por  su  hija.  No  parecía  que  nadie  lo entendiera.
—Es que… somos familia, ¿sabes? Todos nosotros. Yo perdí a mis padres hace años, y mi hermana no  me  habla  —dijo  él.  Su  hermana  no  le  hablaba  porque  era  gay,  eso  no  tenía  que  explicármelo—.  La familia es muy importante. No quiero que pienses que no queremos que formes parte de su vida.
Yo asentí.
—Ya lo sé, Devon.
—Feliz Navidad, La.
—Gracias. Igualmente.
Me acarició con ternura el hombro y se marchó. Cuando me quedé a solas, me senté en mi silla y abrí el archivo de las fotos que había sacado aquel día.
La familia de Devon lo había repudiado a los diecisiete años, al enterarse de que era gay. Él nunca había llegado a reconciliarse con sus padres antes de que murieran. Había construido su propia familia, había hecho amigos a los que poder querer y que lo quisieran también.
Pippa era mía, pero no era mi hija. Steven había pedido que no me llamaran «la madre de Pippa», y yo había renunciado a todos mis derechos sobre la niña a favor de ellos dos, después de su nacimiento. No tenía objeciones. Sin embargo, no había contado con el hecho de que Devon tuviera tanto amor por la familia, y que ese amor complicara tanto las cosas.
Miré por última vez las fotos de Pippa y de sus padres, sus verdaderos y auténticos padres. Ella se parecía a mí, incluso se comportaba un poco como yo, y yo era muy afortunada por poder conocerla. Sin embargo, no era su madre, y nunca lo sería. Miré por última vez las fotos y después cerré el archivo.

Continuará...
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Hola chicas soy Cielo de http://casijuegosca.blogspot.com.ar Espero que les guste la novela! 
:D 

PARA NARA: jajajaja siempre veo tu comentario jajajaa esperate querida pronto pronto PUEDE haber accion ;) jajajaja no te me adelantes me da gracia tu comentario siempre que veo pides eso ya te dare el gusto :) besitoss para ti y gracias por pasarte

7 comentarios:

  1. qde re =O jamas imagine q lali pudiera tener una hija!!

    subi maaaaaasssssss!!

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  2. A bueno bueno me alegro que leas mis comentarios es que soy un poquito impaciente :P Jajajaja besos Naara.

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  3. Una hija??Cielo..wooow me quedé así :0 quiero saver mas sobre esta historia..mmm..Lali ayudó Devon y Steven para tener un hijo o ya estaba embarazada y los dos aceptaron hacerse cargo de la niña???ya quieroo sabeeer..
    @pl_mialma

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  4. No me esperaba que Lali tuviera una hija... y qué es lo que siente por ella??? No me terminó de quedar claro... Me paso rápido, sigo estudiando para mi examen de mañana. Quiero lloraaaaar, voy a suspender :(
    Besos

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  5. Amigaaa soy Maria, jamas me habria esperado que Lali fuera mama!!!! Pero y digo yo: Lali fue mama por ellos no? Por ayudarles? O no tuvo que ver y dio a si hija en adopcion? Y che, que tiene Lali con los gays? Ajajajaa todos sus amigos lo son, todavia no sabemos de ningun amigo hetero
    Bueno, que sepas que espero Laliter prontooo, o almenos que tengan una nueva conversacion o lo que sea, tengo ganas!!
    Besossss ami, me encanta la nove

    Novesdepeterylali.blogspot.com
    pasatee:)

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  6. A saber k circunstancias sucedieron para k la hija d LAli sea la hija d Devon y Sreven.
    Amo a Devon ,y su amor x la familia.
    Lali la ve pero parece k no quiere tener una relación más estrecha con la nena,eso me desconcierta,y mucho.

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  7. más más más más maratón!!

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Amor y Paz :D
Si te gusta comenta y sino tambien :D