Capitulo 1
–A Peter no le gustan las chicas —dijo Pablo en tono de advertencia.
Yo había estado mirando a aquel hombre por el rabillo del ojo. Formaba parte de la imagen general de la fiesta de Chrismukkah de Pablo. Peter era más bello que las plantas de Pascua y las guirnaldas de luces. Todos los hombres de la fiesta lo eran, en realidad. Pablo tenía los amigos más guapos que yo había visto en mi vida. Aquello era como una convención de tíos buenos. Después del aviso de Pablo, volví a mirar a Peter.
—¿Así es como se llama?
Pablo soltó un resoplido de desaprobación.
—Sí. Así es como se llama.
—¿Peter qué?
—Juan Pedro Lanzani pero todo lo conocen como Peter Lanzani —respondió Pablo—. Pero no le gustan las…
—Ya te he oído —dije yo, y puse los labios en el borde de mi copa de vino. El aroma fuerte y rico del vino tinto me llegó a la nariz, pero no tomé ni un sorbo—. No le gustan las chicas, ¿eh?
Pablo frunció los labios y se cruzó de brazos.
—No. Por el amor de Dios, Lali, deja de mirarle el trasero de esa forma.
Yo arqueé una ceja. Era una vieja costumbre mía que le irritaba mucho.
—¿Para qué me invitas a tus fiestas, si no es para que les mire el trasero a los hombres?
Pablo resopló, refunfuñó y frunció el ceño brevemente, antes de acordarse del efecto que tenía aquello en las arrugas; entonces, relajó la cara y siguió mi mirada hacia el otro lado de la habitación. Peter estaba de espaldas a nosotros, apoyado en la repisa de la chimenea. Tenía un vaso de Guinness del que yo no le había visto beber ni una sola vez.
—¿Y por qué has sentido la necesidad de decírmelo? —le pregunté a Pablo.
Él se encogió de hombros.
—Solo para asegurarme de que lo sabías.
Miré a mi alrededor, a la media docena de hombres que se estaba sirviendo en el bufé, y después hacia el arco de entrada al salón, donde había otra media docena de hombres charlando, bailando o flirteando. El noventa por ciento de ellos era gay, y el otro cinco por ciento se lo estaba pensando.
—Creo que sé perfectamente que no debo hacerme ilusiones de darme un revolcón en una de tus fiestas, Pablo.
Antes de que pudiera comentar algo más, un par de brazos musculosos me rodearon la cintura, y un estómago duro se me pegó a la espalda.
—Escápate conmigo y veremos cuánto tarda en darse cuenta de que nos hemos ido —me dijo al oído alguien con la voz grave.
Yo me giré, riéndome.
—¡Teddy!
Recibí un abrazo y un beso, y después un azotito en el trasero, todo en un segundo, y después, Teddy se movió e hizo lo mismo con Pablo. Pablo, que todavía tenía un mohín en la cara, intentó apartar a Teddy empujándolo, pero Teddy se rio y le revolvió el pelo. Pablo puso cara de pocos amigos y se atusó las plumas, pero permitió a Teddy que le diera un beso en la mejilla.
Yo hice un gesto con mi copa de vino.
—Está intentando decirme que no mire descaradamente el trasero de un hombre.
—¿Cómo? Yo creía que todos estábamos aquí para eso.
Teddy agitó el suyo, yo agité el mío, y los hicimos chocar entre risas. Pablo nos miró con los brazos cruzados y la ceja arqueada. Después, cabeceó.
—Perdón por intentar ser un amigo —dijo.
Pablo y yo éramos amigos desde hacía mucho tiempo. Y mucho tiempo antes habíamos sido algo más. Pablo pensaba que eso le daba derecho a comportarse como si fuera mi tía, y yo se lo permitía porque… Bueno, porque lo quería. Y porque en mi vida nunca había tanto amor como para que yo pudiera permitirme el lujo de rechazar ni una pizca.
Sin embargo, aquello parecía un poco excesivo incluso para él. Teddy y yo nos miramos. Yo me encogí de hombros.
—Voy a la cocina a buscar más vino, queridos —dijo Teddy—. ¿Quieren?
Pablo negó con la cabeza. Los dos vimos a Teddy abrirse paso entre la gente. Cuando se alejó, yo me giré hacia mi ex novio.
—Pablo, si estás intentando decirme con sutilidad que te has tirado a ese tío…
La carcajada de Pablo fue corta, aguda, tan distinta a su risa normal que me dejó asombrada. Él cabeceó.
—Oh, no. Él no.
No se me escapó que apartaba su mirada de la mía. Aquel detalle, más que ninguna otra cosa, me contó una historia entera que no necesitaba palabras. Demonios. Ni siquiera necesitaba una fotografía para verlo todo con claridad.
Se me borró la sonrisa de la cara. Pablo nunca había llevado en secreto su vida privada, y yo había tenido que escuchar más historias de las que hubiera querido acerca de los hombres con los que se había acostado. A Pablo no lo rechazaban. Por lo menos, no lo rechazaban con frecuencia. Me fijé en el rubor que cubría sus pómulos altos y perfectos.
Miré de nuevo a Peter Lanzani.
—¿Te rechazó?
—¡Shh! —siseó Pablo, aunque la música y las conversaciones eran tan altas que los demás no podían oír nuestra charla.
—Vaya.
Él apretó los labios.
—Ni una palabra más.
Miré de nuevo a Peter Lanzani, que seguía apoyado en la repisa. Llevaba unos pantalones negros y un jersey de punto también negro, que se ceñía a sus hombros anchos y a su cintura delgada. Le sentaba muy bien la ropa, pero al resto de los hombres de la fiesta también. Desde aquella distancia, yo podía advertir que tenía los ojos oscuros y el pelo castaño, un poco largo. Me parecía muy guapo, aunque seguramente, si Pablo no me hubiera dicho que no me acercara a él, no le habría prestado más atención.
—¿Y cómo es que yo no lo conocía?
—No es de aquí.
Volví a mirar al hombre al que Pablo quería que yo ignorara. Estaba manteniendo una intensa conversación con otro de los amigos de Pablo, y sus caras tenían una expresión muy seria. No había ningún tipo de flirteo. El interlocutor de Peter bebía con enfado y tragaba el líquido con fuerza.
No tuve que levantar las manos y formar un cuadrado con los pulgares y los índices para enmarcar la fotografía que estaba componiendo. Mi mente lo hizo automáticamente, al mismo tiempo que asimilaba los detalles de su historia. Clic, clic. No tenía la cámara, pero me imaginaba el encuadre y la fotografía exactamente igual que si la tuviera. Situé a Peter en la fotografía, un poco descentrado y un poco desenfocado.
Pablo murmuró algo y me clavó el dedo en un costado.
—¡Lali!
Yo me volví hacia él.
—Deja de preocuparte, Pablo. ¿Es que te crees que soy idiota?
Él frunció el ceño.
—No. No creo que seas idiota. Lo que pasa es que no quiero que…
Teddy volvió justo en aquel momento, así que Pablo no me dijo nada más. Sonrió con tirantez. Yo reconocí aquella tensión; hacía mucho tiempo que no la veía reflejada en sus ojos, pero la conocía. Pablo estaba ocultando algo.
Teddy le puso el brazo sobre los hombros y lo estrechó contra sí para acariciarle la mejilla con la nariz.
—Vamos. Las bandejas de queso están vacías, y casi se nos ha acabado el vino. Ven a la cocina conmigo, amor, y te daré un pequeño premio.
Hasta Teddy, Pablo nunca había estado con nadie más tiempo que conmigo. Yo adoraba a Teddy pese a ello, o tal vez por ello. Sabía que Pablo lo quería, aunque casi nunca lo decía, y como yo quería a Pablo, quería que fuera feliz.
Pablo miró fríamente a Peter, y después me miró a mí. Pensé que iba a decir algo más, pero se limitó a cabecear de nuevo y permitió que Teddy se lo llevara a la cocina. Yo volví a mirarle el estupendo trasero a Peter Lanzani.
—¡La! ¡Felices fiestas!
Era Jerald, otro de los amigos de Pablo, un hombre que había posado para mí en algunas ocasiones. Yo le había dado algunas fotografías muy bonitas para su porfolio a cambio de que me permitiera tenerlo en la biblioteca de imágenes que necesitaba para mi empresa de diseño gráfico.
—¿Cuándo me vas a hacer más fotografías, eh?
—¿Cuándo puedes venir al estudio?
Jerald esbozó su preciosa sonrisa y sus dientes perfectamente alineados y blancos.
—Cuando me necesites.
Charlamos unos minutos más para quedar, y, después, Jerald me abandonó y se marchó en busca de alguien con pene. No me importaba; no necesitaba que Pablo estuviera a mi lado para sentirme como encasa. Conocía a la mayoría de sus amigos. Los más recientes me miraban como si yo fuera algo curioso, una reliquia, la mujer con la que había estado Pablo antes de salir del armario, pero eran amables. Y el alcohol ayudaba, por supuesto.
Los otros amigos, los que nos conocían a Pablo y a mí desde la universidad, todavía podían reírse con las cosas buenas que habían sucedido cuando Pablo y yo éramos pareja, sin mirarme con lástima, como hacían sus amigos gais a menudo.
Continuará...
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Hola chicas soy Cielo de http://casijuegosca.blogspot.com.ar Espero que les guste la novela! :D
TENES UNA OBSESION CON METER A POLI A GAY NO? ¬¬ enserio!..... ME ENCANTO EL CAP!... CADA VEZ ME SORPRENDES MAS *-* SE NOTA QUE VA A SER UNA NOVE ZARPADA ^.^ vos ya sabes ;) jajjajaja.... perdóname si no te he respondido es que no me ha dado tiempo, los exámenes no me dejan tocar la compu -.- ahí que caerlos a tiros...... MAS TARDE TE PONDRE EN MIS NOVES FAVORITAS Y TE SIGO EL BLOG, AHORA NO PUEDO PORQUE TE COMENTO RAPIDITO.... quizás mas tarde te responda (quizás) solo déjame decirte que te tengo UNA BOMBA :)) en serio *-* bueno, bueno me voy a estudiar :)) chauuuuu...
ResponderBorrar@AnglesCasi - tudiario - abetterworldlaliter.blogspot.com
PD: DEJA DE METERME AL MUCHACHO A GAY ¬¬ .... viste que peter no niega que esta saliendo con (la pelotuda de su re putisima madre de) Martina, bicha perra, METETE EN WIKIPEDIA DE MARTINA STOESSEL Y MIRA-- DONDE DICE SU COLOR DE OJOS, DE CABELLO Y ESAS COSAS.. los que recontralospario a esos hijos de su reputisima perra, zorra madre ¬¬ (si ya se estoy muy grosera -.- es el.... no voy a a ofender a CLaudia y tampoco a el porque lo amo pero conchale.... me la agarro con T1n1, chau voy a partir la pared de un golpetazo que le dare) me voy, de mal humor.... otra vez...
SU PUTA MADRE!!!!!!!!!!!!!!!!!
ya ahhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhh... chauuu :)
me encanto el capitulo .. seguii
ResponderBorrarme encantooooo .. subi mas .. beso
ResponderBorrarmassssssssssss
ResponderBorrarMe encanta la nove
ResponderBorrarotrooo !
ResponderBorrarMe encanto Skyyyyy!!!! Aunque todavia voy un poco perdida jajajajaa todos son gays ahí o que pasa????? no hay ningun chico lindo que no lo sea? me cuesta imaginarme a Pablo y a Peter gays la verdad jajaja pero esta muy buena
ResponderBorrarQUIERO MAAAAASSSSS
Muchos besitossssss amiga linda:)
Novesdepeterylali.blogspot.com
Me encanto!!
ResponderBorrarLa seguire esta interesante
ResponderBorrarPobre poli lo rechazaron
me encanto, otrooo
ResponderBorrarquiero massss
ResponderBorrarHola! Voy a empezas a entrar en tú llo y leer la nove ya me atrapo ! :D besos Naara
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