jueves, 17 de octubre de 2013

Capitulo 1


Novela: "Al desnudo"
Capitulo 1
–A Peter no le gustan las chicas —dijo Pablo en tono de advertencia.
Yo había estado mirando a aquel hombre por el rabillo del ojo. Formaba parte de la imagen general de la fiesta de Chrismukkah de Pablo. Peter era más bello que las plantas de Pascua y las guirnaldas de luces. Todos los hombres de la fiesta lo eran, en realidad. Pablo tenía los amigos más guapos que yo había visto en mi vida. Aquello era como una convención de tíos buenos. Después del aviso de Pablo, volví a mirar a Peter.
—¿Así es como se llama?
Pablo soltó un resoplido de desaprobación.
—Sí. Así es como se llama.
—¿Peter qué?
—Juan Pedro Lanzani pero todo lo conocen como Peter Lanzani —respondió Pablo—. Pero no le gustan las…
—Ya te he oído —dije yo, y puse los labios en el borde de mi copa de vino. El aroma fuerte y rico del vino tinto me llegó a la nariz, pero no tomé ni un sorbo—. No le gustan las chicas, ¿eh?
Pablo frunció los labios y se cruzó de brazos.
—No. Por el amor de Dios, Lali, deja de mirarle el trasero de esa forma.
Yo arqueé una ceja. Era una vieja costumbre mía que le irritaba mucho.
—¿Para qué me invitas a tus fiestas, si no es para que les mire el trasero a los hombres?
Pablo resopló, refunfuñó y frunció el ceño brevemente, antes de acordarse del efecto que tenía aquello en las arrugas; entonces, relajó la cara  y  siguió  mi  mirada  hacia  el  otro  lado  de  la habitación. Peter estaba de espaldas a nosotros, apoyado en la repisa de la chimenea. Tenía un vaso de Guinness del que yo no le había visto beber ni una sola vez.
—¿Y por qué has sentido la necesidad de decírmelo? —le pregunté a Pablo.
Él se encogió de hombros.
—Solo para asegurarme de que lo sabías.
Miré  a  mi  alrededor,  a  la  media  docena  de  hombres  que  se  estaba  sirviendo  en  el  bufé,  y  después hacia  el  arco  de  entrada  al  salón,  donde  había  otra  media  docena  de  hombres  charlando,  bailando  o flirteando. El noventa por ciento de ellos era gay, y el otro cinco por ciento se lo estaba pensando.
—Creo  que    perfectamente  que  no  debo  hacerme  ilusiones  de  darme  un  revolcón  en  una de tus fiestas, Pablo.
Antes de que pudiera comentar algo más, un par de brazos musculosos me rodearon la cintura, y un estómago duro se me pegó a la espalda.
—Escápate conmigo y veremos cuánto tarda en darse cuenta de que nos hemos ido —me dijo al oído alguien con la voz grave.
Yo me giré, riéndome.
—¡Teddy!
Recibí un abrazo y un beso, y después un azotito en el trasero, todo en un segundo, y después, Teddy se movió e hizo lo mismo con Pablo. Pablo, que todavía tenía un mohín en la cara, intentó apartar a Teddy  empujándolo,  pero  Teddy  se  rio  y  le  revolvió  el  pelo.  Pablo puso  cara  de  pocos amigos y  se atusó las plumas, pero permitió a Teddy que le diera un beso en la mejilla.
Yo hice un gesto con mi copa de vino.
—Está intentando decirme que no mire descaradamente el trasero de un hombre.
—¿Cómo? Yo creía que todos estábamos aquí para eso.
Teddy agitó el suyo, yo agité el mío, y los hicimos chocar entre risas. Pablo nos miró con los brazos cruzados y la ceja arqueada. Después, cabeceó.
—Perdón por intentar ser un amigo —dijo.
Pablo y  yo  éramos  amigos  desde  hacía  mucho  tiempo. Y  mucho  tiempo  antes  habíamos  sido  algo más.  Pablo pensaba  que  eso  le  daba  derecho  a  comportarse  como  si  fuera  mi  tía,  y  yo  se  lo  permitía porque…  Bueno,  porque  lo  quería.  Y  porque  en  mi  vida  nunca  había  tanto  amor  como  para  que  yo pudiera permitirme el lujo de rechazar ni una pizca.
Sin  embargo,  aquello  parecía  un  poco  excesivo  incluso  para  él.  Teddy  y  yo  nos  miramos. Yo  me encogí de hombros.
—Voy a la cocina a buscar más vino, queridos —dijo Teddy—. ¿Quieren?
Pablo negó con la cabeza. Los dos vimos a Teddy abrirse paso entre la gente. Cuando se alejó, yo me giré hacia mi ex novio.
—Pablo, si estás intentando decirme con sutilidad que te has tirado a ese tío…
La  carcajada  de Pablo fue  corta,  aguda,  tan  distinta  a  su  risa  normal  que  me  dejó  asombrada.  Él cabeceó.
—Oh, no. Él no.
No  se  me  escapó  que  apartaba  su  mirada  de  la  mía. Aquel  detalle,  más  que  ninguna  otra  cosa,  me contó  una  historia  entera  que  no  necesitaba  palabras.  Demonios.  Ni  siquiera  necesitaba  una  fotografía para verlo todo con claridad.
Se me borró la sonrisa de la cara. Pablo nunca había llevado en secreto su vida privada, y yo había tenido que escuchar más historias de las que hubiera querido acerca de los hombres con los que se había acostado. A Pablo no lo rechazaban. Por lo menos, no lo rechazaban con frecuencia. Me fijé en el rubor que cubría sus pómulos altos y perfectos.
Miré de nuevo a Peter Lanzani.
—¿Te rechazó?
—¡Shh!  —siseó  Pablo,  aunque  la  música  y  las  conversaciones  eran  tan  altas  que  los  demás  no podían oír nuestra charla.
—Vaya.
Él apretó los labios.
—Ni una palabra más.
Miré de nuevo a Peter Lanzani, que seguía apoyado en la repisa. Llevaba unos pantalones negros y un jersey de punto también negro, que se ceñía a sus hombros anchos y a su cintura delgada. Le sentaba muy bien la ropa, pero al resto de los hombres de la fiesta también. Desde aquella distancia, yo podía advertir que tenía los ojos oscuros y el pelo castaño, un poco largo. Me parecía muy guapo, aunque seguramente, si Pablo no me hubiera dicho que no me acercara a él, no le habría prestado más atención.
—¿Y cómo es que yo no lo conocía?
—No es de aquí.
Volví a mirar al hombre al que Pablo quería que yo ignorara. Estaba manteniendo una intensa conversación con otro de los amigos de Pablo,  y  sus  caras  tenían  una  expresión  muy  seria.  No  había ningún tipo de flirteo. El interlocutor de Peter bebía con enfado y tragaba el líquido con fuerza.
No tuve que levantar las manos y formar un cuadrado con los pulgares y los índices para enmarcar la fotografía  que  estaba  componiendo.  Mi  mente  lo  hizo  automáticamente,  al  mismo  tiempo  que  asimilaba los detalles de su historia. Clic, clic. No tenía la cámara, pero me imaginaba el encuadre y la fotografía exactamente  igual  que  si  la  tuviera.  Situé  a Peter en  la  fotografía,  un  poco  descentrado  y  un  poco desenfocado.
Pablo murmuró algo y me clavó el dedo en un costado.
—¡Lali!
Yo me volví hacia él.
—Deja de preocuparte, Pablo. ¿Es que te crees que soy idiota?
Él frunció el ceño.
—No. No creo que seas idiota. Lo que pasa es que no quiero que…
Teddy volvió justo en aquel momento, así que Pablo no me dijo nada más. Sonrió con tirantez. Yo reconocí  aquella  tensión;  hacía  mucho  tiempo  que  no  la  veía  reflejada  en  sus  ojos,  pero  la  conocía. Pablo estaba ocultando algo.
Teddy le puso el brazo sobre los hombros y lo estrechó contra sí para acariciarle la mejilla con la nariz.
—Vamos.  Las  bandejas  de  queso  están  vacías,  y  casi  se  nos  ha  acabado  el  vino.  Ven  a  la  cocina conmigo, amor, y te daré un pequeño premio.
Hasta  Teddy,  Pablo nunca  había  estado  con  nadie  más  tiempo  que  conmigo. Yo  adoraba  a  Teddy pese a ello, o tal vez por ello. Sabía que Pablo lo quería, aunque casi nunca lo decía, y como yo quería a Pablo, quería que fuera feliz.
Pablo miró fríamente a Peter, y después me miró a mí. Pensé que iba a decir algo más, pero se limitó a  cabecear  de  nuevo  y  permitió  que  Teddy  se  lo  llevara  a  la  cocina. Yo  volví  a  mirarle  el  estupendo trasero a Peter Lanzani.
—¡La! ¡Felices fiestas!
Era Jerald, otro de los amigos de Pablo, un hombre que había posado para mí en algunas ocasiones. Yo le había dado algunas fotografías muy bonitas para su porfolio a cambio de que me permitiera tenerlo en la biblioteca de imágenes que necesitaba para mi empresa de diseño gráfico.
—¿Cuándo me vas a hacer más fotografías, eh?
—¿Cuándo puedes venir al estudio?
Jerald esbozó su preciosa sonrisa y sus dientes perfectamente alineados y blancos.
—Cuando me necesites.
Charlamos unos minutos más para quedar, y, después, Jerald me abandonó y se marchó en busca de alguien con pene. No me importaba; no necesitaba que Pablo estuviera a mi lado para sentirme como encasa. Conocía a la mayoría de sus amigos. Los más recientes me miraban como si yo fuera algo curioso, una reliquia, la mujer con la que había estado Pablo antes de salir del armario, pero eran amables. Y el alcohol ayudaba, por supuesto.
Los otros amigos, los que nos conocían a Pablo y a mí desde la universidad, todavía podían reírse con las cosas buenas que habían sucedido cuando Pablo y yo éramos pareja, sin mirarme con lástima, como hacían sus amigos gais a menudo.

Continuará...
__________________________________
Hola chicas soy Cielo de http://casijuegosca.blogspot.com.ar Espero que les guste la novela! :D 

12 comentarios:

  1. TENES UNA OBSESION CON METER A POLI A GAY NO? ¬¬ enserio!..... ME ENCANTO EL CAP!... CADA VEZ ME SORPRENDES MAS *-* SE NOTA QUE VA A SER UNA NOVE ZARPADA ^.^ vos ya sabes ;) jajjajaja.... perdóname si no te he respondido es que no me ha dado tiempo, los exámenes no me dejan tocar la compu -.- ahí que caerlos a tiros...... MAS TARDE TE PONDRE EN MIS NOVES FAVORITAS Y TE SIGO EL BLOG, AHORA NO PUEDO PORQUE TE COMENTO RAPIDITO.... quizás mas tarde te responda (quizás) solo déjame decirte que te tengo UNA BOMBA :)) en serio *-* bueno, bueno me voy a estudiar :)) chauuuuu...

    @AnglesCasi - tudiario - abetterworldlaliter.blogspot.com

    PD: DEJA DE METERME AL MUCHACHO A GAY ¬¬ .... viste que peter no niega que esta saliendo con (la pelotuda de su re putisima madre de) Martina, bicha perra, METETE EN WIKIPEDIA DE MARTINA STOESSEL Y MIRA-- DONDE DICE SU COLOR DE OJOS, DE CABELLO Y ESAS COSAS.. los que recontralospario a esos hijos de su reputisima perra, zorra madre ¬¬ (si ya se estoy muy grosera -.- es el.... no voy a a ofender a CLaudia y tampoco a el porque lo amo pero conchale.... me la agarro con T1n1, chau voy a partir la pared de un golpetazo que le dare) me voy, de mal humor.... otra vez...
    SU PUTA MADRE!!!!!!!!!!!!!!!!!
    ya ahhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhh... chauuu :)

    ResponderBorrar
  2. me encantooooo .. subi mas .. beso

    ResponderBorrar
  3. Me encanto Skyyyyy!!!! Aunque todavia voy un poco perdida jajajajaa todos son gays ahí o que pasa????? no hay ningun chico lindo que no lo sea? me cuesta imaginarme a Pablo y a Peter gays la verdad jajaja pero esta muy buena
    QUIERO MAAAAASSSSS

    Muchos besitossssss amiga linda:)

    Novesdepeterylali.blogspot.com

    ResponderBorrar
  4. La seguire esta interesante
    Pobre poli lo rechazaron

    ResponderBorrar
  5. Hola! Voy a empezas a entrar en tú llo y leer la nove ya me atrapo ! :D besos Naara

    ResponderBorrar

Amor y Paz :D
Si te gusta comenta y sino tambien :D