Cuando perder es Ganar

Ramón el mesero de 40 y tantos de años que siempre la atendía en el cibercafé al que iba todas las tardes con su novio, esa tarde se acercó a ella al verla sola y llorando

-¿Que ocurre pequeña Sally?

-Es que hoy no quiero comer ni tomar nada

-No lo digo por eso, lo digo por tus lágrimas y porque te encuentras sola -se sentó a su lado

-Es que Dilan decidió dejarme -dijo mientras lloraba

-¿Cuando te lo dijo?

-Hace un rato en la puerta de aquí

-¿Lo viste muy seguro?

-Eso no importa -dijo mirando- lo que importa es que lo perdí

-¿Quien dijo eso? 

-Él -contesto la joven

-Esta muy equivocado pronto se dará cuenta de su grave error créeme Sally eres una magnifica niña y el volverá al darse cuenta de su error

-Entonces esperare

-No, porque si esperas y eso no ocurre solo te desilusionaras, sal y diviértete que es tu momento de soltería, y si decide volver contigo piénsalo bien. Quizás quien se valla una vez no merezca otra oportunidad. 

-Puede ser -contesto la joven un poco mejor

Desde esa tarde en adelante no volvió al café Ramón estaba preocupado creyó que era su culpa pero pasado 3 meses ella ingreso con un par de compañeros

-Ramón! -se acerco a el- gracias por tus palabras aquel día, no he vuelto por miedo a que el venga no quería verlo. Antes de que preguntes ya no salimos todo termino aquella tarde, para mi suerte porque salió con otra compañera y lo único que hizo fue engañarlo, yo prefiero pensar que me dejó antes de engañarme y que fue bueno mientras duro

Ramón sonrío al darse cuenta que esa niña Sally ya no era tan niña y ya era una mujer madura y bien derecha, encaminada hacía un buen futuro